Mi carrera profesional ha transcurrido paralela a mi trabajo creativo, mientras dedicaba mi jornada laboral a la gestión pública en el ayuntamiento de Sant Adrià del Besós dónde dirigía la concejalía de Servicios Sociales, recopilaba mis poemas en forma de poemario y empecé a publicar en la colección Abecedaria en dos libros: Circunstancias y Hueco de Letra, ambos colectivos. Por entonces me divertía mientras aprendía en los talleres de escritura y literatura dónde conocí muchos talentos anónimos que posiblemente no conoceremos.
Algo más tarde cambié de lugar de trabajo y fue en el ayuntamiento de Mataró dónde dirigí el área de Servicios Sociales, Salut Pública y Consumo, mientras publicaba en la editorial SEUBA y en la colección -El Trovador y la luna- mi primer libro en solitario: Los versos del cuarto oscuro.
En esa época conocí a Gustavo Vega, del cual aprendí la estética, la austeridad en el verso y la limpieza en el poema. En sus talleres también me acerqué a la poesía visual y el collage del cual me hice adicta y como colofón a sus enseñanzas publicamos en Ediciones Libertarias: Plaça del bon Succés un resumen de poéticas interactivas y algo más tarde realicé mi primera exposición de collages: La estrábica voz, en la sala de exposiciones de las Cotxeres de Sants. Que recorrió también otros espacios.
Entonces mi trabajo dio un giro y fue en la Fundació Hospital Sant Jaume y Santa Magdalena de Mataró dónde tomé la dirección de un proyecto que se iniciaba y acepté el reto de impulsarlo. Mientras eso ocurría, la Editorial Smara que llevaba tiempo recordando al poeta local Laureà Mela con un prestigioso premio, publicó mi segundo poemario: Por siempre navegante.
Hoy aún sigo navegando y preparando poemarios y exposiciones.